Conociendo la Costa Amalfitana, el gran imperdible italiano. ¿Será para tanto?

El finde pasado tuve la oportunidad de hacer una escapada a la Costa Amalfitana, uno de los grandes imperdibles de Italia. Fue una experiencia ¡cortita como patada de chancho! Me faltaron conocer algunos esenciales, como Positano, y me quedé con ganas de más, ¡así que intentaré volver pronto! Sin embargo, me quedó un saborcito raro… ¡creo que esperaba más! En realidad esto es porque personalmente no soy muy amiga del turismo de masas y algunos lugares me parecieron un poco artificiales. Pero vamos al post, ¡y sacá vos tus propias conclusiones! 

La Costa Amalfitana.

La Costa Amalfitana comprende 13 alcadías en total, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Tiene una extensión de 40 km de hermosos paisajes, casitas enclavadas en las montañas, limoneros por doquier, caminos de curvas y contracurvas y el mar Tirreno como principal protagonista. Ideal para perderse sacando fotos o besándose en cada esquina. Lo que sí, no te esperes un lugar tranquilo y relajado: aquí el turismo de masas está a la orden del día, aunque supongo que un poco más tranquilo que de costumbre, en estos tiempos de pandemia.

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Paisajes de la Costa Amalfitana.

Haciendo base en Salerno.

Si decidís hacer este viaje y no sos un poco millonario, lo mejor es hacer base en Salerno, Nápoles, o Sorrento. Aunque ninguna de las tres pertenece estrictamente a la Costa Amalfitana, son las mejores ciudades para parar por ser las más grandes, las mejores conectadas y con muchas opciones de alojamiento, de precios más accesibles. Yo elegí Salerno, una ciudad que me gustó mucho, porque además de todas las ventajas anteriores, tiene el plus de ser un poco más auténtica y menos turística, y ¡eso me encanta!  

Aunque Salerno no tiene buenas playas, la ciudad en sí me gustó mucho. Posee una hermosa costanera para caminar de día o de noche, y unas zonas llenas de bares para salir de tragos al regreso de tu paseo por la Costa Amalfitana. Además allí vas a encontrar muchas reminiscencias de la Italia antigua, como su acueducto medieval, construido en el siglo IX y el Duomo o Catedral de San Mateo, en cuya cripta se encuentran los restos de dicho santo. En el Duomo  justo se estaba celebrando una boda, con lo cual iba todo el mundo súper vestido y uno así, de turista, ¿nunca te pasó?… ¡Desentonando, siempre!

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El Acueducto Romano de Salerno

Cómo recorrer la Costa Amalfitana.

Para recorrerla existen tres modos: alquilar un auto (o mejor, ¡una moto!), recorrerla en barco o hacer todo en bus. La primera opción había leído que era desaconsejable, y sinceramente, lo comprobé. Las rutas son demasiado sinuosas y congestionadas, tal vez te estreses mucho. La moto puede ser una linda opción y bastante chic… ¿quién no quisiera ir en una Vespa recorriendo la famosa costa amalfitana?  

De Salerno  también parten los ferris para recorrer la Costa Amalfitana por mar. En esta página podés revisar los precios. Por ejemplo de Salerno a Amalfi sale 8 euros, a  Positano sale 16 euros, y a Sorrento 22 euros. ¡No está tan mal después de todo! 😉

Pero si decidís ir en bus, podés comprar el ticket de la línea “Sita” que sale  10 euros y dura 24 horas, pudiendo subir y bajar las veces que quieras. Yo me quedé con la duda porque el timbrado marcaba 7 días, ¡nunca sabré si me hubiera servido para toda una semana! Pero la cuestión es que tampoco figura la hora en que lo adquirís así que yo lo usé desde las 14 del sábado hasta las 16 hs del domingo. Son 24 horas flexibles, ¡supongo!

Los buses.

Pienso que por la pandemia habría menos gente que de costumbre, pues para ser fin de semana y encima de julio, pudimos viajar sentados casi todo el viaje, lo que es un golazo, porque son tramos largos y sinuosos.

Los choferes en la Costa Amalfitana son unos seres muy simpáticos. Generalmente estaban en las paradas charlando entre ellos, comiendo pizza y riéndose, y de repente, se saludaban, se subían al coche y arrancaba la aventura. El camino no es apto para ansiosos, ¡un taxista argentino se muere de un infarto! Generalmente está embotellado, y si bien no son peligrosos, sí son muy sinuosos. En cada curva el chofer toca bocina, y si viene alguien de frente comienza la gran “de reversa, mami!”, un auto retrocede, otro avanza, luego otro retrocede y otro avanza.

Si estás apurado como nosotros ese domingo, tal vez no tengas la suerte de llegar al destino que tenías en mente… Para ir por ejemplo a Positano tenés que tomar un bus que llega a Amalfi, y ahí esperar al próximo que parte hasta Sorrento. Es increíble, nosotros empezamos a viajar a las 9.30 de la mañana, teníamos el tren a las 18 horas y ¡no nos dio el tiempo para llegar a Positano! Así que mi consejo es que si comprás el ticket de 24 horas tengas al menos un día entero disponible para el paseo, sin ataduras de horarios. 

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Parada de bus en Amalfi

Los limones, esos grandes protagonistas.

Ya desde el bus podía ir viendo grandes plantaciones de este cítrico colgando en terrazas y suspendidas entre las montañas. Pero fue al llegar a Amalfi que me enteré que los limones ¡son los grandes protagonistas de la Costa Amalfitana! Yo nunca los había visto tan grandes, son de un amarillo intenso y desprenden un aroma increíble.

Por todos lados hay puestos con limones, helados o granizados servidos sobre ellos  y venta de lemoncellos (que son originales de allí). También vas a encontrar souvenires como repasadores, azulejos pintados e incluso cuadros de limones, ya que los mismos han inspirado a artistas desde tiempos inmemoriables.

¡Hasta las casas y las cúpulas de las iglesias le rinden homenaje! Si prestás atención, ¡todo gira alrededor del limón! Como fan del color amarillo, me encantó lo que vi, todo contrasta con los verdes de la vegetación y el azul del Mar Tirreno… ¡una maravilla!

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Las playas de la Costa Amalfitana.

Las playas … mmm … sí el color del agua es bello, pero a mi entender ir a la Costa Amalfitana a hacer playa no vale mucho la pena. Están todas saturadas de gente, son casi todas privadas y solo unas pocas tienen un rincón para “el público general” (por no decir, los pobretones jaja). Y aún pagando, para mi gusto están demasiado llenas. A algunas ni siquiera se puede llegar por tierra, únicamente en barco.

En mi opinión, yo ni loca pagaría, salvo que estuviera parando en uno de esos hoteles super lujosos, y tuviera una playa particular… creo que en otro caso, lo mejor es recorrer los pueblos y la costa en sí, y hacer playa en otras regiones de Italia.

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Ahí donde no se ven sombrillas... ¡esa es la playa pública!

¡Comienza el recorrido!

Salerno se encuentra a solo 3 km de Vietri Sul Mare, la primera ciudad de la Costa Amalfitana, así que a mi entender es otro punto a favor para elegir alojarte allí. Vietri Sul Mare es famosa por sus azulejos y las vasijas de barro esmaltado, que decoran calles e iglesias. Allí se pueden visitar la fábrica de cerámica y el Museo de la Cerámica, así como simplemente pasear por su callecitas, llenas de artesanos.

Maiori, tiene la playa más larga de toda la Costa Amalfitana, y un castillo medieval digno de fotografiar. Minori fue la que elegimos para pasar la tarde junto al mar. A mí me gustó más que Maiori, porque había menos gente.  

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Playa de Minori

Ravello, si bien no se encuentra en la costa, es un imperdible. A 350 metros de altura, su mirador es el más famoso de la zona. Es el poblado más elegante, y el que ha sido inspiración de artistas e intelectuales.   

Amalfi es la ciudad que le da nombre a la costa y la más masificada de todas. Es bellísima, pero para mi gusto un poco artificial. Lo que más me gustó fue el Duomo, su catedral árabe-normanda de fachada bizantina. Imponente con sus colores y su gran tamaño, está en el ingreso mismo de la ciudad. Amalfi está llena de bares y tiendas y me llamó la atención que se podía comer barato si querías. Yo me comí una pizza “al taglio” ¡a sólo 1,50 euros! Todo muy lindo, para dar un paseo corto y seguir camino. En Amalfi se hacen las conexiones de bus. Si querés seguir hacia Sorrento, tenés que bajar acá y tomar otro bus, en la plaza principal que se encuentra sobre la costanera.

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Catedral de Amalfi

Mi camino solo llegó hasta la Cala Furore, una playa encajonada entre dos paredones, y un puente. ¡Creí llegar al paraíso! Pero cuando empezamos a bajar las escaleras, nos atajó un chico que nos dijo: tienen que volver a subir ¡y hacer la fila! Suben dos, bajan dos. Explicame una cosa: ¿quién se va a ir de la playa, un pleno mediodía de verano? Imposible, razonamos. Tuvimos que seguir de largo, ¡pero con la promesa de volver pronto!

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Fiordo di Furore

Y acá, infelizmente, ¡terminó mi recorrido! Me quedaron pendientes Positano y Sorrento, pero si nos aventurábamos hasta allá, seguro perdíamos el tren. ¡Prometo una segunda parte en breve! 

Antes de irme, te dejo más fotitos de mi escapada, ¡Espero que te gusten!

¡Mientras tanto, contame! ¿Ya conociste la Costa Amalfitana? ¿Te gustó? ¿Qué opinás del turismo de masas? ¿Te gusta, o preferís como yo los lugares más auténticos? ¡Te leo!

¡Nos vemos prontito! ¡Abrazo viajero!

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    4 comentarios en «Conociendo la Costa Amalfitana, el gran imperdible italiano. ¿Será para tanto?»

    1. Maravillosas tus descripciones, reflexiones y comentarios, Suely! Aunque no diría que estos bellos lugares dejan de ser «auténticos»… En realidad, lo son…., pero estan tan abarrotados de turistas que no nos permiten a quienes preferimos lugares con menos gente, disfrutar plenamente de lo que nos ofrecen… Y quizas muchos de ellos tampoco los disfrutan así… Además, este momento es muy especial: salimos de un encierro pandémico –y no del todo!!!– y queremos compensar el tiempo perdido viajando, visitando, conociendo lugares …, que a taaaantos nos subyugan!!! La Costa Amalfitana es uno de ellos, y habiéndola visitado en tiempos más tranquilos puedo aseverar que es uno de los más bellos sitios en Italia…, y en el mundo… 😉 DISFRUTALO MUCHO!!!

      1. ¡Gracias Rita por tu mirada! La verdad que habiendo sido inspiración de tantos artistas de todos los tiempos, algo debe tener, ¿no? Ayer miraba unas fotos que me mandó mi papá, sentado en un restaurante con un mirador, apreciando las luces de la noche y cenando como los dioses y mi opinión cambió un poco jaja. Yo la visité en un flechazo, arriba de un colectivo y solo caminando por las ciudades principales. Me parece que la magia debe estar en vivirla un poco más. Como dije en el post, debo volver ¡y reevaluarla! jajaja. Y me quedó pendiente hacerla por mar también.
        ¡Te mando un abrazo bien viajero, para que vos también salgas de viaje pronto! jaja. ¡Beso grande!!

    2. Coincido 100% es muy bello con menos gente. Yo lo visite en septiembre y la verdad creo que la parte de playa está menos poblada. Y seguro me faltaron muchos rinconcitos que quizás se puedan visitar en futuros viajes Fiordo di Furore pero obvio sin tanta gente. También recomiendo hacer este recorrido en ferry. Es una experiencia muy hermosa llegar a casa uno de estos puertos desde el mar.. una experiencia aparte 🙂

      1. ¡Muchas gracias Mariel por tu aporte! Me quedó pendiente el ferry, seguro que lo hago la próxima vez. ¡Abrazo grande!

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