¡Hola! ¿Cómo estás? Yo recién regreso de mi viaje por la Puglia, ¡fue una semana maravillosa! Primero, porque mi gran amiga Sofie me pasó a buscar por Campobasso, y ya para mí eso ¡fue un mimo al alma! Segundo, porque luego de eso arrancamos este viaje juntas donde conocimos lugares hermosos, a los que espero volver pronto. Debo confesar que la Puglia ¡Me cautivó!
Por supuesto que viajar solamente una semana, y sin movilidad te va a dejar con ganas de mucho más. Pero por lo menos verás un pantallazo general que no está nada mal: aguas turquesas y cristalinas, casitas blancas, acantilados de ensueños y atardeceres cargados de música, comida y spritz varios.
Las dos ciudades más importantes de Puglia son Bari (su capital) y Lecce. En ellas podrás hacer base, y de ahí moverte, ya que la mayoría de los buses y trenes parten desde allí.
Sin hacerla más larga, acá te traigo los cinco imperdibles de la Puglia que se llevaron mi corazón:
Polignano a Mare.
Conocida como la “Perla del Adriático”, está ubicada a unos 30 km al sur de Bari, y se llega fácilmente en el tren. Polignano a Mare ¡es de esos lugares totalmente instagrameable! Seguramente habrás visto cientos de fotos tanto de sus casitas blancas como de su playa más conocida, Lama Monachile.
Su centro antiguo se encuentra sobre un espolón rocoso sobre el mar, con hermosas casas blancas adornadas con flores en sus balcones. Al llegar nos perdimos por sus callecitas, empezando por Via Roma, donde con lucecitas navideñas podrás leer la letra de la canción “Nel blu, dipinto di blu”. Es que en este pueblo nació su autor, Domenico Modugno, quien además tiene una estatua en su honor. Siguiendo la caminata siempre vas a terminar sobre algún acantilado mirando y admirando el mar y escuchando las olas romper, mientras allá abajo algunos barquitos pasean a los turistas, mostrándoles la infinidad de grutas y cuevas que posee la zona (¡hay más de 70!).
La playa Lama Monachile suele estar llena de gente, resultando difícil encontrar un lugarcito para sentarse. Es que es bellísima: está rodeada de dos paredes rocosas y del otro lado del mar la atravieza un antiguo puente romano. Hay más playas en Polignano, pero ninguna tan hermosa ni tan fotografiable.
Al regresar de nuestro paseo por la playa casi en la entrada al centro histórico encontramos un puesto de venta de diversos productos regionales que se venden por uno o dos euros. Son riquísimos, hay desde aceitunas de todo tipo, garrapiñadas, pistachos, biscochos, tomates secos… Ideal para inventarse una picada express antes de ir por un aperitivo mientras escuchás la música de fondo que viene tanto de los bares como de los artistas callejeros que abundan en este lugar.
Una mención especial merece el restaurante de la Grotta Palazzese, al que solo podré ir ¡cuando sea una bloguera famosa! Ubicado literalmente dentro de una gruta, es considerado uno de los 10 restaurantes más exclusivos del mundo. Sus almuerzos o cenas ¡cuestan entre 150 y 200 euros! Podés espiarlo acá, ¡es toda una pituquería!
Otranto.
A la ciudad más oriental de Italia, llegamos muy fácilmente en ómnibus desde Lecce. Para su aclaración, se pronuncia Ótranto, aunque se lea como si fuese una palabra grave (¡guiño guiño para mi amiga Sofie!).
Otranto es una ciudad pequeña, y fácil de recorrer. Su casco antiguo es peatonal y está lleno de locales de artesanías, carteras y calzados de cueros coloridos, así como de bares, restaurantes y pizzerías. Eso sí, en verano ¡puede que haya demasiada gente!
Su Castillo Aragonés destaca por su tamaño y buen estado de conservación. La Catedral solía ser una escala de los peregrinos que iban a Jerusalén. En ella podrás admirar su fabuloso piso de mosaicos y en la Capilla de los Difuntos podrás ver los huesos de los mártires de Otranto, 800 habitantes del pueblo que negaron convertirse al islamismo durante el saqueo de 1480. Yo por supuesto no los ví, ya que me impresiono con facilidad.
Las playas de Otranto son de aguas transparentes, y no es necesario ir muy lejos para poder darse un baño: en el mismísimo centro se encuentra una playa hermosa y muy tranquila. Caminando por esa costanera se llega a una especie de piscina natural que con sol se ve de un azul verdoso espectacular. Ideal para las familias, pues es muy seguro y sin olas.
A poco andar se llega al puerto, donde verás desde barcos pesqueros hasta embarcaciones que ofrecen paseos turísticos, e incluso en temporada alta de allí parten los ferris hacia Corfú, Grecia.
Un paseo a pie: Grotta della Poesía, Spiaggia di Torre dell’Orso, Spiaggia delle due Sorelle.
Si te tomás un bus desde Lecce hasta Roca Vecchia, podrás iniciar un paseo a pie que incluye grutas, acantilados y playas te van a quitar la respiración. Son 4 km en total, desde Rocca Vecchia hasta la playa de las dos hermanas.
Bajando en Rocca Vecchia empieza la caminata. La primera parada es la Grotta della Poesía. Para llegar hasta allí hay que pagar 3 euros y te piden la Green Pass. Pero pagalos, porque ¡vale absolutamente la pena! Esta grotta es una piscina natural formada por la erosión del agua y es considerada como una de las más hermosas del mundo.
La Grotta della Poesia es solo una de las cuevas de la zona… Si seguís caminando vas a ir viendo más y más. Es imposible no parar a fotografiar cada rincón, y por qué no, darse también un chapuzón. Así, la caminata, aunque es de pocos km te puede llevar todo el día.
Siguiendo camino llegamos a la Spiaggia di Torre dell´Orso, donde decidimos pasar el día. Se trata de una bellísima playa de aguas turquesas y arena fina, que posee partes que son libres, y por supuesto, están los famosos “Lidos” (donde veas sombrillas, es que allí es pago). Al final de la playa hay un bosque de altísimos pinos que marcan un tremendo contraste con el color del mar y la arena. Por el camino del bosque podés seguir hasta la playa Le Due Sorelle: allí se ven dos piedras enormes enclavadas sobre el mar y lo más lindo es que podés ir caminando hasta ellas, así como hasta la gruta que está justo enfrente. Las personas aprovechan para hacer esnorkel, aunque algunos valientes también se sumergen con el celu: ¡nadie quiere perderse una “selfie” en semejante paisaje!
Spiaggia dei Laghetti y Torre de Sant’Andrea.
Como no terminamos el recorrido, al día siguiente volvimos a tomar el bus con destino a Rocca Vechia, y decidimos empezar desde el punto que habíamos dejado. Este día nos acompañó Naty, una compatriota argentina que conocimos en Lecce. Así que volvimos a la playa de le Due Sorelle y allí empezamos a anadar sobre un camino rocoso (¡que me hizo acordar mucho a Puerto Madryn!), lleno de pequeñas “piscinas naturales”. Allí pasamos largas horas jugando y sacando fotos, mientras compartíamos lugar con los pececitos y los cangrejos que habitaban dichas piscinas.
Luego de refrescarnos, continuamos camino hasta llegar a I Faraglioni di Sant´Andrea, o las Torres de Sant´Andrea. Son unas formaciones rocosas sobre el mar que constituyen una de las postales más famosas de la zona del Salento. Allí hay una pequeña playa desde donde todos se tiran en clavado, pero para mi gusto, estaba muy llena de gente.
Pasando las torres está la playa de Sant´Andrea, donde terminamos el día, previo paso por el bar “Babilonia” para probar sus “schiaccine”, un tipo de sándwich con una masa muy particular y deliciosa. ¡Muy recomendable!
Porto Cesareo.
Porto Cesareo está ubicado a 27 km de Lecce, del lado del mar Jónico en el golfo de Tarento. ¡Le dimos vuelta al taquito! Se trata de un punto muy turístico debido a sus aguas cristalinas, tanto es así que les dicen “las Maldivas del Salento”. Algún día conoceré las Maldivas, y les daré mi opinión. 😉
Nosotras fuimos a la spiaggia Kalura, que tenía un sitio público y árboles que daban un poco de sombra, ya que el día estaba bastante caluroso. Pero Porto Cesáreo tiene muchas otras playas, y desde la Via Rizzo salen unos buses que te llevan gratuitamente a las más alejadas y paradisíacas.
También hay islotes y playas con dunas de arena y hermosa vegetación. Toda la zona es un área protegida. A los islotes se puede llegar fácilmente en alguno de los barcos pesqueros y la isla más conocida es la Isola dei Conigli.
La playa di Torre Chianca es famosa por ser un punto genial para la práctica de buceo, ya que su fondo es un verdadero museo submarino.
Y para terminar el día, nada mejor que ir a uno de bares ubicados sobre la costanera, desde donde podrás disfrutar de ver el sol ponerse sobre el mar, mientras tomás un aperitivo con una musiquita chill out de fondo. ¡No está tan mal depués de todo!
¿Tomaste nota? ¿Ya estás planeando tu viaje por la Puglia?
Bueno, antes de despedirme te quiero dejar un par de datos extras:
- La región de la Puglia se encuentra entre dos mares: el Adriático y el Jónico, y está ubicada en el “tacón de la bota de Italia”. Bien al sur, ¡garantizado!
- Teniendo acceso a dos mares, uno al este y otro al oeste, los lugareños toman en cuenta el sentido del viento para elegir su playa cada día. Que afortunados son, ¿no te parece?
- En La Puglia no es tan fácil moverse en transporte público (tampoco es imposible, nosotras lo hicimos perfectamente). Pero hay que tener en cuenta que a fines de agosto muchos transportes dejan de circular, con lo que algunos destinos comienzan a ser más inaccesibles. Entonces hay que informarse bien porque sino ¡corrés peligro de convertirte en estatua en la parada del bus!
- La gente en general te va a tratar de ayudar, pero también ocurre que a veces están desinformados, así que intentá siempre corroborar lo que preguntás. Un día fuimos a comprar un boleto de bus y el vendedor nos dijo que ya había partido el último, ¡y estaba empezando a oscurecer! Nos arriesgamos a comprarlo igual, y cuando llegamos a la terminal estaba lleno de gente, el bus pasó y todo tuvo un final feliz.
- Los tickets para viajar en transporte público se compran en las tabaquerías, y muchas veces no nos quisieron vender el “ritorno”. Nos dijeron que es por la pandemia que no pueden vender los pasajes arriba del ómnibus, así que si podés, es mejor comprarlos por anticipación por internet. Generalmente se consiguen en la página de Trenitalia, aunque luego sean ómnibus (son sustitutivos del tren).
- Respecto al alojamiento, pese a que no fuimos en temporada alta encontramos que estaban al 90% de su ocupación. Así que si tenés tiempo para programar tu viaje, te aconsejo que vayas con el alojamiento contratado. No es tan divertido como cuando vas improvisando, pero ahorrarás tiempo de pasarte los días cambiándote de alojamiento, como nos pasó a nosotras.
¿Y vos? ¿Conociste ya la Puglia? ¿Tenés algún lugar para recomendarme a mí y a mis lectores, para un próximo viaje? ¡Te leo!
¡Nos vemos en una semana! ¡Abrazo viajero!
2 comentarios en «Cinco imperdibles de la Puglia para conocer (sin auto) en una semana.»
Suely! Cuanto dinero se necesita para ir ala.Puglia? Voy a estar por Italia tres meses (octubre noviembre y diciembre 2021)
¡Hola Diana! Mirá, es difícil calcular porque todo depende de tu forma de gastar. Pero te tiro algunos datos: El sur es más barato que el norte, pero a la vez la Puglia es muy turística.
Alquilar un cuarto está entre 250 y 300 euros al mes.
Una habitación compartida en hostel arranca en 18 euros al mes y una habitación de hotel te va a salir mínimo 45 (para dos personas).
Supermercados tenés todos los de Italia, te recomiendo el Eurospin, que para mí es el más barato, aunque no vende productos de primera marca. Nosotras cuando íbamos a cenar gastábamos unos 12 euros, comiendo un plato de pastas y una cerveza o gaseosa, por ejemplo.
La pizza al taglio que es la opción más barata acá no la vi por porción sino más bien al peso, lo que hacía que saliera más cara, pero igual nunca más de 3 o 4 euros.
En Italia se estila tomar el aperitivo a la tarde, y con el aperitivo te suelen dar gratis unas cositas para picar, y el spritz sale más o menos entre 3,50 y 6 euros.
Los ómnibus o los trenes para moverse por la región cuestan alrededor de 2,50 por tramo.
También ví que alquilaban autospor 40 euros diarios, si conseguís 3 personas puede ser una opción barata.
Espero te sirvan las respuestas. Saludos!
Suely