¡Sacá la creatividad que hay en vos!

¡Hola! En esta semana te quiero mostrar un mismo lugar de mi ciudad, pero con diferentes miradas. Con distintos recursos creativos, documento un lugar y lo comparto en el blog.    

 El lugar que elegí fue la Plaza San Martín de Rosario. ¡Allá vamos! 

1) Empezamos por lo típico: una postal de la plaza.

Con la cúpula de la Facultad de Derecho de fondo, y la estatua de San Martín en el centro. La plaza está rodeada de árboles de plátanos en todo su perímetro y dentro de la misma, hay hermosas palmeras armoniosamente distribuidas . Las farolas antiguas y los bancos de madera también son elementos que se destacan en este espacio. 

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Una postal de la Plaza San Martín

2) ¿Qué significa la Plaza San Martín en la ciudad de Rosario?

Es un lugar muy especial para todos los rosarinos. Primero, porque está emplazada en pleno centro de la ciudad, casi al final del emblemático «Paseo del Siglo». Luego, por la importancia de los dos grandes y concurridos edificios que lo rodean: la Facultad de Derecho por calle Moreno y la Sede de Gobierno en calle Santa Fe.  

También es el sitio en donde habitualmente se realizan marchas y manifestaciones. Suele ser el lugar de encuentro para luego marchar hasta en el Monumento a la Bandera. Allí también miles de personas estuvimos en vigilia el día que se hizo ley el aborto seguro, legal y gratuito. Esto, por nombrar algunos ejemplos, pues es casi diariamente que se manifiesta allí, enfrente de la Sede de Gobierno.

Además, la plaza es lugar de reunión de una cantidad de grupos tan heterogéneos como pueden ser los estudiantes de la facultad de derecho, los vecinos de la zona que llevan a sus perros a pasear y socializan entre sí, los laburantes que descansan en la plaza en sus breaks, muchos niños que se acercan con sus pelotas, monopatines o bicicletas. Mamis que charlan, obreros que marchan y  algunas personas en situación de calle que aprovechan los bancos para dormir cuando la noche se acerca. 

Algunos días de la semana tienen lugar diferentes ferias municipales, que venden productos artesanales, sahumerios, ropas, frutas y verduras. Y en fechas especiales se organizan otras más importantes, que ocupan una cuadra entera de la plaza.

Mientras tanto, San Martín nos mira de espalda a los Andes, un retoño del pino de San Lorenzo da sombra a los transeúntes y una palmera sin palmas ya no la dá más. 

Los rosarinos amamos la plaza, y yo no soy la excepción. 

3) Texturas.

Acá te comparto mis texturas preferidas de la plaza San Martín. 

texturas

4) Un recorrido por la Plaza San Martín, observado con ojos de niño.

Fui con mi sobrina, Clara Leia, de seis años y medio, y le pedí que me describa la plaza. Quiso hacer un «ensayo», y luego de varias pruebas me llevó a dar la vuelta manzana y me contó todo lo que veía. Quedé muy impresionada con el resultado, ¡Me encantó! Luego me dijo que quería ser youtuber: ya sé que es el sueño de todo niño, pero a mí me pareció muy tierna. 🙂  

5) Te cuento un cuento:

¡Aclaro que yo no escribía nada desde la secundaria! Este relato partió de algo que observé en la plaza y luego «lo decoré» un poquito.

Juan y Alexis vendían bolsitas de basura en el centro. Cada mañana, al finalizar, iban a la plaza San Martín a fumarse un porrito. Ese mediodía, a finales de noviembre, Alexis estaba muy relajado, y sentía que sus 5 sentidos estaban a tope. El aire olía al perfume de los tilos que embellecen calle Córdoba. Los pájaros festejaban la primavera con sus chillidos furiosos… bichoooo feooo bicho feoooo, esuchaba… Un tero, sin embargo, vigilaba sigiloso que nadie se acercara a su nido…  Alexis se acercó sin querer y Mr Tero se avalanzó sin piedad, llegando a meterle un picotazo. –¡Ay la pucha! ¿Quién me manda a querer ver el nido? Se quejó. Le dio otra bocanada al fasito y volvió a su estado de relajación.

En eso la plaza se llenó de corazones. No sé si fue Cupido o San Martín, pero alguien hizo su magia. Caminando por calle Moreno, venía caminando Cielo, quien se acercaba a la plaza, pues acababa de salir de rendir Derecho Administrativo y quería hacer un descanso. Alexis la vio y se olvidó del mundo… de los tilos, del bicho feo y hasta del tero picotero. La escena era la emulación del comercial de paso de los toros… Flechazo total.

– Hola, dijo Cielo. ¿Me decís la hora?

– Hola, dijo Alexis. Sí, ¡por supuesto! Son las 13.15. ¿Esperás a alguien?

-No, para nada. Recién rendí y vine a descansar y a comerme un sándwich. A las 15 entro de nuevo a la facu.

Alexis se deshizo en seguida del pucho, pues temía que a Cielo no le gustara que fumara. Se pusieron a hablar de las cosas que importaban, de las que no, y de sus vidas tan diversas, pero ya nada lo iba a impedir… ellos ya se habían enamorado.

6) Artículos que hablen sobre la plaza San Martín.

Este artículo de internet habla sobre la historia de la Plaza San Martín. Este otro, de una actividad concreta que se realizó el año pasado. Y este, de cómo la plaza a veces es objeto de actos violentos. 

7) ¿Cómo suena la plaza?

Caminando por la plaza a las 18 horas, un día miércoles 2 de febrero, en el horario en el  que hay más gente, más perros, más niños, la plaza suena así: 

8) Un carrusel de fotos.

Una selección de fotos de la Plaza San Martín.  

9) Aquel árbol que dá alergia: los plátanos.

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El plátano es un árbol de grandes dimensiones, que puede alcanzar hasta  55 metros de alto. Pertenece a la familia de las platanáceas. Es de uso principalmente ornamental, es resistente, longevo (¡puede vivir 300 años!) y fácil de cultivar. Soporta muy bien las podas, la polución y el hollín de las ciudades, por eso es tan común verlo en los los parques y jardines  las ciudades.

Se dice que fue Domingo Faustino Sarmiento quién trajo los plátanos a Argentina, provenientes de los Estados Unidos. El ex presidente tenía especial fervor por la forestación e  impulsó la plantación de árboles en todo el país.

Su madera, al ser dura, se emplea en la fabricación y elaboración de mangos, herramientas, chapas y tableros.

El plátano de sombra es un árbol precioso, que sin embargo es la pesadilla de nosotros los alérgicos, al punto tal de hacernos odiar la primavera. Su polen causa alergias y malestares respiratorios. Pero desde marzo de 2020, se hizo un poco menos odioso, pues ahora llevamos barbijo y nos protegemos un poco más de él.

Más allá de ese “pequeño detalle” a mí me sigue gustando el árbol en sí, especialmente cuando voy a la plaza San Martín o a los grandes parques que tiene mi ciudad. Sus colores, sus texturas y las diferencias que encuentro entre especie y especie, me pueden tener entretenida una tarde entera. Luego me puedo sentar bajo su sombra a leer, hacer un pic-nic, o simplemente charlar con amigos.

Si tengo que nombrar a mis árboles preferidos, estos serían: el tilo, y del liquid ámbar. El plátano sería mi tercera opción y finalmente el eucaliptus que ocuparía el 4° lugar.

¡Ahora te toca a vos!

Te desafío a que encuentres un lugar que te guste mucho, de tu ciudad o de uno de tus viajes, y lo muestres de diferentes maneras, con distintos recursos, con los cinco sentidos. Es una forma muy original de mostrar un lugar, y de paso es un lindo ejercicio para salir de nuestra rutina. ¡ojalá que te guste como me gustó a mí!

Y si querés compartir el resultado, ¡me va a encantar verte! 

¡Abrazo viajero!

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