¿Conocés Couchsurfing? A mí me cambió la vida, acá te cuento por qué.

Mi experiencia en Couchsurfing (parte 1)

¡Hola! Hoy te quiero contar sobre Couchsurfing, porque considero que es un recurso esencial para cualquier viajero. Y si viajás sol@, ¡más aún!  

Es tanto lo que tengo para contar, que este post va en dos entregas: en esta primera te cuento mis experiencias, y vas a entender por qué me cambió la vida,  y en la segunda parte, te doy tips más concretos para que le saques máximo provecho a la página.

Si estás acá porque querés viajar sol@ y no sabés cómo planear el viaje, esta página/aplicación te va a servir muchísimo, porque es la manera más fácil de contactar con otros viajeros y de conocer gente.

encuentro-nacional-couchsurfing-rosario
Encuentro Nacional de Couchsurfing en Rosario, año 2014.

¿Y qué es Couchsurfing?

Según la misma página www.couchsurfing.com “Couchsurfing es una comunidad global de 14 millones de personas en más de 200.000 ciudades que comparten su vida, su mundo, su viaje. Couchsurfing conecta a los viajeros con una red global de personas dispuestas a compartir de manera profunda y significativa, haciendo del viaje una experiencia verdaderamente social » (traducido por google).

Ponerme a hablar de Couchsurfing es revivir los últimos 15 años de mi existencia. Lo hice todo: me alojaron, alojé, quedé en juntadas, fui a los meetings, organicé meetings, organicé y asistí a fiestas, fui a encuentros nacionales y ayudé en la organización del que se hizo en mi ciudad. Participé de los foros, me escribí con mucha, mucha gente. Es que Couchsurfing es más que un site de viajeros, CS ¡es un estilo de vida!

Mi primera experiencia en Couchsurfing.

La primera vez que la usé fue en mayo de 2009, gracias a un viaje de quince días que hice al nordeste brasilero. Allí fui a los meetings y también fui hospedada. Antes de viajar sólo me había creado un perfil y había espiado un poco qué pasaba en Rosario (mi ciudad), pero nunca había participado de manera activa.

Ese año viajé con Pamela, una italiana que vive en Londres, y que había conocido en el verano. Como yo sabía que ella también era de CS, aproveché su experiencia para que me acompañe en la mía.

En esa época existían los foros, que para mí fue una gran pérdida, nunca me pude recuperar de su desaparición. Hoy existen otros modos de colocar mensajes, que te voy a enseñar en el próximo post. Como era nueva y aún no tenía referencias, mi estrategia para conocer gente fue poner en el foro: “argentina e italiana de viaje por Recife, buscando meetings o quedadas para tomar algo o pasear”. Fue increíble, desde el primer día me empezaron a llegar mensajes de personas invitándome a pasear u ofreciéndome alojamiento. A su vez, los CS de Recife tenían “meetings semanales”, entonces nosotras marcamos para encontrarnos en uno que se organizaría en la ciudad vieja.

Y allí fuimos. ¡Me sentí como pez en el agua! Estos meetings tienen la particularidad de que, por un lado, siempre va gente de la ciudad que visitás, y por el otro, van viajeros que caen como caí yo, para conocer gente, relacionarse, compartir experiencias y hacer amigos. Entonces se crea un intercambio que, al menos para mí, es muy enriquecedor.

mi-primer-host
Los chicos del meeting de Recife. En el centro está Mariana, mi primer host.

A veces cuando viajás hacés amigos para toda la vida, y otras te cruzás con gente que te marca pero a quienes no volvés a ver más. Ese día era toda gente que no volvería a ver más, pero a ese momento en particular lo atesoro en mi corazón. Todos super amables, todos con ganas de ayudar, de llevarte a conocer la ciudad, de saber de nuestras vidas y de nuestras culturas.  

Gracias a este evento, por ejemplo, al día siguiente tuvimos la oportunidad de ir a un recital de los Wailers en Olinda, una ciudad vecina a Recife. Nunca lo hubiésemos vivido si hubiéramos ido de turistas, y el regreso fue toda una aventura, porque nos habíamos quedado sin dinero, y fueron los chicos de CS quienes nos llevaron en auto al hostel de Recife.

Mis dos primeros hosts.

Luego del meeting, y como ya me habían conocido, me animé a pedir alojamiento a Mariana, una de las referentes de Couchsurfing en Recife. Fue muy fácil conseguir couch, pues ya nos conocíamos, así que ¡mi estrategia funcionó! 

Mariana nos alojó en un condominio ¡con vista al mar! Al día siguiente se había ido, y nos había dejado el desayuno preparado. Fue todo increíble, incluso nos había dejado la llave de su depto, que al salir, se la dejamos al portero del edificio. Lo que en ese momento me pareció tan extraño, cuando me tocó ser host, lo hice muchas veces ¡y nunca tuve ningún problema! (igual es decisión de cada uno entregar la llave o no, nadie te obliga a hacerlo).

Al regreso de Porto de Galinhas le pedimos couch a Almir, un chico quince años menor que nosotras, que nos hospedó en una casa con otras cuatro personas. Él vivía con un amigo, y tenían una hamaca paraguaya y colchones inflables para recibir a los viajeros. Dos genios.

mi-segundo-host-couchsurfing
Al lado mío, Almir, mi segundo couch.

La importancia de completar el perfil.

Antes de viajar, y como no tenía ninguna experiencia, había completado muy bien mi perfil. Couchsurfing se basa en una red de confianzas, por lo que contar con referencias es una de las cosas más importantes. Pero si no tenés ninguna, es esencial que tengas un perfil bonito e inspires seguridad. Así que puse varias fotos y llené todas las preguntas contando todo lo que pude sobre mí. Por si querés ver mi perfil, para darte una idea, clickeá acá.

Cuando uno llena el perfil, está contando sus intereses, y eso es importante para contactar con gente con afinidades similares. Además la página tiene buscadores por palabras claves, que podés usar o no, pero es una opción interesante a la hora de usar el buscador para conectar con otras personas.

Algunos de mis hosts.

Mi experiencia Couchsurfing en Rosario, mi ciudad.

En los eventos.

Cuando volví a Rosario quise empezar a participar de los grupos. Paradójicamente era un momento donde estábamos golpeados por la gripe A, y no estaba yendo a trabajar por la peligrosidad del virus, ¿te suena? Pero este meeting se había organizado en un pool que tenía 2 x 1 de cerveza. En esos días me había escrito Txema, un  español que estaba en Rosario y a quien invité a ir al pool, y ¡pasamos un momento indescriptible!  Aquí me terminé de enamorar de CS. Gente de todas las edades, de Rosario y de otras partes, todos compartiendo su amor por los viajes y muchas historias de vida. Sin exagerar seríamos unos 40 o 50, y muchos de ellos se han convertido en mis grandes amigos de la actualidad.

primeros-encuentros-de-couchsurfing
Uno de lo primeros meetings a los que asistí.

Fiestas, reuniones, meetings, encuentros nacionales. Todo eso pasó en Rosario.

Mi primera experiencia como host.

Mi primera experiencia alojando fue con Andoni, un chico de Bilbao. Él me escribió que venía recorriendo Argentina y Chile, y que iba a pasar unos días por Rosario. En esa época yo tenía algo de conexión con la gente de la colectividad vasca, así que Andoni fue invitado a dar una clase de vasco, lo que fue totalmente inesperado para él. Se quedó tres días en casa y yo amé ser anfitriona, mostrarle mi ciudad y presentarle a mis amigos.

Varios años después tuve la oportunidad de visitarlo en Bilbao, junto con Jan, otro chico a quien también alojé en casa. Andoni nos llevó a pasear por varios pueblitos mágicos del país vasco. Esas son las cosas hermosas que te van a pasar en Couchsurfing: hoy conocés a alguien, mañana a otra persona y un tiempo después confluyen todos en un punto X del globo. Es soñado. Casi todas las veces que alojé a alguien, llegó un desconocido, y se fue un amigo.

mi-guest-de-couchsurfing
Andoni, mi primer guest.

Algunas de las personas que pararon en mi casa, y los paseos que hicimos juntos.

¡Redondeá, Mabel!

Así que imaginate, llevo escritas 1300 palabras, y esas son apenas mis primeras semanas de experiencias CS. Como dije en la introducción, participé de todas las maneras posibles. Además, hospedé mucho y fui muy hospedada también. La mitad de mis amigos actuales pertenecen a CS, pues por la misma afinidad y amor por los viajes, fuimos armando una red amistosa que perduró en el tiempo.

Y no estoy redondeando nada, jaja.

Mejor te cuento un par de cosas sueltas:

  • La diferencia entre viajar con Couchsurfing e ir a un hostel está en que cuando vas a un hostel por lo general conocés gente de todo el mundo, pero nunca locales. Por ejemplo, yo me alojé en un hostel de San Pablo y conocí a un argentino y a una italiana, pero a nadie de San Pablo. Con CS podés tener una verdadera experiencia con el lugar al que visitás, ya que además de alojarte con alguien local, podés conocer más de su cultura e incluso llegar a lugares a los que no llegarías nunca por tu cuenta, lo que hace mucho más interesante el viaje.
  • Cuando uno usa la aplicación, debe estar verdaderamente interesado en el intercambio. No es válido usarla para tener alojamiento gratis. Sinceramente pienso que parar en casa de otras personas puede ser hasta más caro que pagar un hostel. Comprás un vino para compartir, o hacés una compra de supermercado, o un día los invitás a cenar… eso implica un gasto y es lógico que así sea. Si te viene a visitar un amigo o un pariente a tu casa, y se queda a dormir, ¿qué actitudes esperarías de ellos? Esto es exactamente lo mismo.
  • A mí me gusta mezclar. Cuando viajo, me alojo unos días en un hostel y luego pido alojamiento por CS por no más de tres días. De esa manera, tengo una parte del viaje libre, para moverme por mi cuenta y elegir qué hago y qué no. Tal vez durante esos días marco salidas con alguien, o voy a algún meeting, pero me alojo por mi cuenta. Y después voy a la casa de mi host y me dejo llevar por lo que vaya surgiendo. Así, en Mallorca me llevaron a playas increíbles, en Vitoria (Brasil) me llevaron de trekking por los cerros y en Barcelona, ¡a ver gratis al Barça!
  • Couchsurfing no es un sitio de citas. Si para vos ese es tu principal móvil, no te recomiendo usarlo. Quienes usan CS para ligar, generalmente duran muy poco en la página.

Conclusiones:

  • Couchsurfing es para vos: si te gusta socializar, conocer gente local, hablar de la vida, probar nuevos sabores, ir a lugares que no conocerías si viajaras de otra manera, ir a eventos y fiestas, ir a los encuentros nacionales que se organizan en otras ciudades o países, alojar gente y ser alojado. 
  • Couchsurfing, por el contrario, no es para vos: si estás buscando ahorrar en hospedaje, si no te interesa el intercambio, si no te gusta socializar con gente random, si no te gusta compartir hospedaje y si estás buscando solo ligar.

Antes de despedirme, quiero recordarte que no te olvides de leer este post, donde te cuento más detalladamente cómo usar la página, como si fuera un tutorial. 

Como decía en el título, Couchsurfing a mí me cambió la vida, ¡y espero que pronto a vos también! 

Y ya sabés, que si tenés alguna pregunta o querés simplemente comentar algo, podés hacerlo acá abajo o contactarme al mail.

¡Abrazo viajero!

bandera-couchsurfing-rosario

Seguime en las redes:

    2 comentarios en «¿Conocés Couchsurfing? A mí me cambió la vida, acá te cuento por qué.»

    1. Excelente! Sue, que bueno explicar esto porque nos aproximas a muchos a un mundo desconocido. Excelente! Me interesa muchísimo!

      1. ¡Que bueno que te sirva, Vero! Espero que algún día te animes a usar esta página, y que deje de ser un mundo desconocido. Yo creo que te encantaría. Abrazo y ¡gracias por tu comentario!

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.